La muerte del líder de Hamás no pondrá fin a la guerra
Ian Parmeter, Australian National University
La muerte del líder de Hamás Yahya Sinwar, uno de los cerebros del atentado del 7 de octubre de 2023 contra el sur de Israel, es sin duda un momento trascendental en la guerra que se libra desde hace un año. Pero ¿es un punto de inflexión?
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que el asesinato de Sinwar –desde hace tiempo uno de los principales objetivos de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF)– significaría el “principio del fin” de la guerra. Pero dejó claro que esta no ha terminado.
De hecho, Benny Gantz, ex ministro de Defensa y miembro del gabinete de guerra, dijo que las IDF seguirían operando en Gaza “durante años”.
Entonces, ¿cuál será exactamente el impacto de la muerte de Sinwar?
¿Cambia algo esta muerte?
La muerte de Sinwar cambia al menos un aspecto de la guerra. Era una figura icónica, para bien o para mal, para los palestinos. Se le veía como alguien que trasladaba la lucha a Israel. Y con Sinwar vivo, la popularidad de Hamás iba en aumento.
Las encuestas de opinión de finales de mayo mostraban que el apoyo a Hamás entre los palestinos de los Territorios Ocupados había alcanzado el 40 %, seis puntos más que tres meses antes. En cambio, el apoyo a la Autoridad Palestina, que controla Cisjordania, era aproximadamente la mitad.
Por lo tanto, la desaparición de Sinwar podría ser un punto de inflexión importante si Hamás no es capaz de sustituirlo por un líder tan fuerte como él.
Uno de los nombres que se barajan es Jaled Mashal, antiguo jefe de la oficina política de Hamás, que sigue teniendo influencia en la organización.
Este momento ofrece una oportunidad para que un nuevo líder de Hamás busque un alto el fuego con Israel y el fin de las horribles condiciones en las que viven los gazatíes. Pero queda por resolver la cuestión de si la muerte de Sinwar logra los objetivos bélicos de Israel.
¿Qué constituiría una victoria para Netanyahu?
La cuestión principal es que los objetivos de guerra de Netanyahu aún no se han alcanzado. Empezando por la eliminación de Hamás como fuerza de combate y como peligro para Israel. Y continuando con la liberación de los aproximadamente 100 rehenes israelíes que se cree que siguen retenidos en Gaza (de los que la mitad podrían estar muertos) y el restablecimiento de la disuasión con Hezbolá en Líbano para permitir que los 60 000 israelíes que han sido evacuados del norte de Israel regresen a sus hogares.
Aunque el asesinato de Sinwar es un paso importante para restringir la capacidad de Hamás de mantener su guerra contra las IDF en Gaza, los soldados israelíes todavía se enfrentan a algunos problemas muy importantes allí.
En el último año, Hamás ha pasado a ser una fuerza de combate organizada a modo de guerrilla, lo que hace que sus combatientes sean mucho más difíciles de eliminar por completo.
La metodología clásica para enfrentarse a una guerrilla es “despejar, mantener y construir”. Esto significa que se despeja una zona del enemigo, se despliegan tropas para mantener la zona y luego se construye un entorno en el que el enemigo no pueda restablecerse.
Israel puede ciertamente “limpiar” y “mantener”, pero no ha sido capaz de construir un entorno en el que Hamás ya no pueda operar.
Los periodistas israelíes que han estado integrados en las fuerzas israelíes han señalado que los operativos de Hamás están regresando a zonas que anteriormente habían sido despejadas por las IDF, en parte debido a la extensa red de túneles del grupo.
Otras complicaciones para Netanyahu
Otro problema para Netanyahu es que los miembros de derechas de su gabinete han amenazado con dimitir de su coalición de gobierno si acepta un alto el fuego antes de que Hamás sea destruida como fuerza de combate. Creen que Hamás podría utilizar un alto el fuego para reagruparse y restablecerse como una seria amenaza para Israel.
Al mismo tiempo, Netanyahu también se enfrenta a una creciente presión sobre el destino de los rehenes. Si no hay un alto el fuego y negociaciones para liberarlos, sus familias y partidarios continuarán con las grandes manifestaciones que han estado organizando en Israel en los últimos meses. Están desesperados por recuperar a los rehenes que aún puedan estar vivos y los restos de los que han muerto.
Netanyahu también sigue sopesando la prometida represalia de Israel contra Irán por su ataque con misiles contra el Estado judío a principios de octubre.
Si Israel lanza un ataque importante, ¿qué hará Irán en respuesta? El problema de Irán es que siempre ha confiado en un Hezbolá fuerte en Líbano para poder responder militarmente a Israel en su nombre. Y ahora parece haberlo perdido, ya que Hezbolá se ha debilitado significativamente en las últimas semanas.
EE.UU. ve una posible vía de escape
Otro aspecto, por supuesto, es cuál es la posición de Estados Unidos al respecto. Estados Unidos ha dejado claro que ve la muerte de Sinwar como una rampa de salida para Israel en Gaza: puede reclamar una importante victoria estratégica y esencialmente acordar un alto el fuego.
En las últimas semanas, Estados Unidos también ha dado un ultimátum a Israel, diciendo que, si no hay una mejora en la cantidad de ayuda humanitaria que entra en Gaza, a finales de noviembre cortará parte de la ayuda militar a Israel.
Los demócratas quieren que la guerra termine lo antes posible, porque mientras esté en las portadas de los periódicos estadounidenses divide al partido y podría animar a algunos votantes a no acudir a votar en las elecciones presidenciales.
Por eso es muy importante para la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, que haya un alto el fuego lo antes posible. Ella lo dijo en recientes declaraciones:
“Hamás está diezmada y su liderazgo eliminado: este momento nos brinda la oportunidad de poner fin de una vez a la guerra en Gaza.”
El problema, sin embargo, es que Netanyahu ha demostrado en el pasado que está dispuesto a ir en contra de los deseos de Estados Unidos siempre que le convenga. Y un alto el fuego no se ajusta a sus propósitos en este momento.
Dado el firme apoyo del candidato republicano Donald Trump a Netanyahu, el líder israelí también estaría más que contento de verle regresar a la Casa Blanca.
Lo más probable
Teniendo en cuenta todos estos factores, es probable que Netanyahu dé prioridad a mantener unido a su Gobierno.
Para ello, se guiará más por sus miembros de extrema derecha – -el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir– que por Estados Unidos o las familias de los rehenes.
Tras la muerte de Sinwar, Smotrich dijo que las IDF “deben aumentar la intensa presión militar en la Franja”, mientras que Ben Gvir pidió a Israel que “continúe con toda nuestra fuerza hasta la victoria absoluta”.
Así que, en este momento, parece probable que la guerra continúe hasta que Netanyahu pueda decir que Hamás ha sido destruida como fuerza de combate. Eso es lo que exige su gabinete para alcanzar los objetivos bélicos del gobierno.
Ian Parmeter, Research scholar, Middle East studies, Australian National University